lunes, 23 de abril de 2012

Al dios Pachacámac

Uno cree saber lo que busca, pero sólo al final, cuando lo encuentra, comprende realmente qué andaba buscando. Y bien podría ser que lo que rige el destino del hombre no sea Cristo ni Júpiter ni Alá ni Moloch sino Pachacámac, el dios de los avances hacia ninguna parte, el dios de la sabiduría que llega un día después del fracaso.
William Ospina. El País de la Canela

Sin duda, al mirar atrás, muchas serian nuestros silencios. Iriamos más por allí, desprevenidamente sin atender a tanto temor. Admirariamos algún amanecer que nos permitiera recordar que somos casi de papel cuando de perdurar se trata. Y claro, amariamos menos el futuro, odiariamos menos el pasado, y nos apasionariamos definitivamente por el presente.